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Si tuvieras la oportunidad de ayudar a una persona herida, de llevarla a tu casa y curar sus heridas ¿Lo harías? Esta historia nos enseña a compartir el amor de Dios y a servir a los demás, aunque no le conozcamos.

Siempre nos enfrentaremos a problemas o dificultades en nuestra vida, pero la diferencia llega cuando buscamos a Dios en oración para encontrar en Él la solución.

En este episodio verás como Superlibro lleva a Anita a la época cuando Daniel interpreta los sueños de Nabucodonosor, para enseñarle que Él quiere ser el Señor de toda su vida, incluyendo sus problemas.

¿Sabiduría? Según la Biblia como Salomón, el hijo de David, no hubo ni habrá alguien más sabio. Disfrutemos y aprendamos junto a Luis, Anita y Tuercas a cómo obtener sabiduría.

Dios nunca llega tarde, solo que los milagros tienen un tiempo perfecto en la voluntad de Dios para ocurrir. Aprende más de esto con el siguiente episodio en la historia de Lázaro.

¿Venganza? Eso es lo que planeaba nuestra amiga Anita al ver como grabaron un video de ella para hacerle Bullying, pero Superlibro los lleva a ella, Luis y Tuercas a conocer la asombrosa historia del profeta Eliseo y les enseñará un valor muy importante.

¿Estás pensando en darte por vencido? ¡Dios sabe lo que estás atravesando y quiere animarte! Mira el episodio de Nehemías. Donde Superlibro lleva a Luis a encontrarse con este gran hombre y descubre que debe hacer el trabajo que Dios da y no prestar atención a su alrededor.

La venganza nunca va por el camino que agrada a Dios. Eso lo aprendió Luis cuando vio el ejemplo de David y todo lo que sufrió a manos de Saúl.

¿A veces sientes que alguien te llama? Puede ser Dios. Mira este episodio donde nuestros amigos Luis, Anita y Tuercas son llevados a conocer la historia de un niño al que Dios llamó desde niño para separarlo y para darle un gran propósito en la profecía. Conozcamos juntos de Samuel.

Mostrar compasión y amor al prójimo puede hacer que otros realmente conozcan a Dios, así pasó con Naamán. Conoce la historia en el siguiente episodio. Y recuerda La fe no depende de madurez, sino de una disposición de creerle a Dios.