Publicado: 16/05/2023 | Actualizado: 13/02/2024
El COMERCIO es tan antiguo como el hombre, se considera que inició cuando algunas personas producían más de lo que necesitaban (a esto se llama excedente), pero a su vez carecían de otros productos básicos. Así que, estas personas acudían a los mercados locales llevando sus excedentes y los intercambiaban con otras personas practicando el trueque.
Así los agricultores, orfebres, alfareros, las personas que confeccionaban tejidos, los cazadores y otros intercambiaban sus productos satisfaciendo cada uno sus necesidades. Pero a medida que más se producía, era necesario buscar nuevos mercados (nuevos lugares dónde comerciar).
La actividad comercial fue creciendo a medida que se desarrollaba la sociedad y se fue perfeccionando con la aparición de los transportes de mercancía, lo que dio origen a lo que hoy conocemos como importaciones y exportaciones.
En este punto de la historia, en muchos lugares el trueque dejo de ser efectivo ya que varios bienes a intercambiar eran perecederos y eso no beneficiaba a uno u otro. Ante este hecho, se comenzó a intercambiar productos por objetos de valor (metales o piedras preciosas).
Posteriormente con la aparición del dinero, la actividad comercial fue más sencilla, el intercambio de realizaba en manera más justa, de acuerdo al valor de lo que era comercializado. Los productos más comercializados eran los alimentos y la ropa, los accesorios y los productos lujosos era para los grupos ricos y privilegiados.
A medida que el tiempo fue pasando, el número de negocios fue creciendo, pero todos ellos eran pequeños y solo llegaban a vender sus mercancías en sus localidades. Con la llegada de la revolución industrial, el comercio fue impulsado debido a la producción masiva en serie. Surgieron grandes empresas que producían a gran escala y sus productos fueron llevados a regiones más alejadas.
Más tarde, el fenómeno de la globalización dio origen a nuevos niveles de comercio, se crearon las zonas libres de comercio y se disminuyeron los costos de producción. Se organiza el comercio internacional, se crea el GAT y posteriormente nace la OMC regulando todas las actividades comerciales internacionales.
De esta manera, en este siglo XXI se impulsa el comercio electrónico por medio de la superautopista de la información, el internet. El internet facilitó en gran manera los medios de pago y los procesos de compra, por medio de esta red mundial se pueden adquirir productos, bienes y servicios con tan solo un click.